LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA HIGIENE BUCAL

Las enfermedades dentales, son un problema de salud muy frecuente en los perros y los gatos. Los principales problemas son: el mal aliento, la placa dental, y el sarro, problemas que podemos evitar con una buena higiene dental. Si tu perro tiene un aliento muy fuerte y desagradable, puede ser un síntoma de un problema de salud, provocado por un cúmulo de bacterias en los dientes y encías, que producen la formación de placa bacteriana que acaba generando infecciones periodontales.

La comida que ingieren los animales se va acumulando entre los dientes i alrededor de las encías. Estos depósitos suponen un lugar ideal para el crecimiento de bacterias, que cuando se acumulan producen placa dental. Si ésta placa no se elimina, con el paso del tiempo se va calcificando por el efecto de los minerales presentes en la saliva, se endurece y produce el sarro. El sarro irá degradando paulatinamente la encía, hasta llegar a provocar la pérdida del diente. Además, el sarro causará mal aliento, problemas de alimentación, e incluso infecciones que pueden suponer un riesgo de sufrir problemas cardíacos, hepáticos y renales.

Síntomas:

  • Mal aliento
  • Encías rojas e inflamadas
  • Exceso de salivación (sialorrea)
  • Pérdida de dientes
  • Dificultad para masticar

 

CONSEJOS PARA MANTENER UNA CORRECTA HIGENE BUCAL:

  -Evitar dar comida casera: las bolas de pienso hacen un efecto mecánico a la  masticación  sobre el diente que ayuda a prevenir la formación de placa bacteriana y el  sarro.

  -Cepillar los dientes con una pasta dentífrica específica para perros y gatos, ya que las  convencionales para personas  contiene compuestos que pueden ser perjudiciales para  los animales.

  -En el mercado existen otros productos complementarios que contribuyen a una buena  higiene dental (palitos, gel oral etc.)

 

A veces si la enfermedad periodontal está muy avanzada, es necesario realizar una limpieza dental profesional – si su veterinario lo cree necesario. La limpieza dental se realiza con ultrasonidos bajo anestesia, en la que se elimina la placa bacteriana y el sarro, así como la extracción de las piezas dentales más afectadas.

Una detección precoz y una actuación rápida y apropiada pueden prevenir la pérdida de piezas dentales y graves lesiones en órganos internos.